Por supuesto la negatividad afecta al espíritu, ¿sabías que siempre hay un motivo para poder sonreír y pelear por ser mejor en la vida? Intenta siempre no hacerle caso a miedos infundados, así como a especulaciones que podrían poner en peligro todo aquello que anhelas. Siempre busca todo aquello que te pueda aportar tranquilidad y sobre todo sosiego, algo que el alma siempre intenta alcanzar para crecer emocionalmente.
La negatividad además de no dejarte evolucionar causa recelos, así como desconfianzas que se vuelven en contra tuya, creando una mala energía que repercutirá en tu nivel energético principal. Además, también será contraproducente, porque podría contagiar a otros, haciendo que siempre haya problemas de discusiones y roces en tu hogar así como lugar de trabajo.
Para evitar todo esto, siempre intenta calmarte y buscar el aliento positivo que toda persona merece para así crear en ti mismo una onda positiva de bienestar.
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